Sabes que en nuestros intestinos se producen también gran parte de los químicos que produce nuestro cerebro?, por esta razón le llamamos nuestro segundo cerebro,  la serotonina, (hormona de la felicidad y el bienestar), la producimos en nuestro estómago.Nuestras emociones, sensaciones de bienestar se generan en este órgano la función neuronal es muy parecida a la actividad cerebral de la cabeza. El sistema digestivo posee una red extensa de neuronas, que se encuentra entre las dos capas musculares de sus paredes. La estructura de las neuronas digestivas es totalmente idéntica a la estructura de las neuronas cerebrales y tienen la capacidad de liberar los mismos neurotransmisores, hormonas y moléculas químicas. Me refiero al sistema nervioso entérico (SNE) o nuestro segundo cerebro. Es por eso un término oficial, aceptado por la sociedad médica.

Si  nos alimentamos adecuadamente, con hábitos sanos de comer (sin prisa, masticar bien y no distraernos) el sistema digestivo nos responde y nos lo agradece con una sensación de bienestar, dándonos un buen suministro de energía, vitalidad y optimismo. Si estamos sobrealimentados o si consumimos demasiados alimentos dudosos respecto a su calidad nutritiva, de este modo fácilmente saturamos y trastornamos nuestra tubería interna. Si por alguna razón patológica o funcional la digestión y/o el tránsito intestinal es lento y no de forma completa, entonces formamos acúmulos de los residuos en nuestro interior y podemos llegar a una sobrecarga tóxica o la autointoxicación; esta última se manifiesta de múltiples formas, tiene diferentes caras y síntomas. Por supuesto, la limpieza es importante, practicar una depuración interior es una “garantía” para evitar elevar los riesgos del desarrollo de muchas enfermedades y una oportunidad para tu cuerpo para incrementar el rendimiento, la energía y tener un mayor aporte nutricional.
el estrés, la ansiedad, la tensión emocional, afectan al sistema digestivo, mucha gente somatiza los problemas psicológicos y tiene molestias digestivas fuertes y variadas. Los pensamientos pueden provocar un atracón o un corte de la digestión y/o del apetito. Un sistema nervioso central  (SNC) que no se encuentra bajo la presión emocional ni el estrés crónico, y que recibe las adecuadas pausas y descansos, le propone una buena función al sistema digestivo. Es básico crear un hábitos  repetiendolo todos los días, alrededor de las mismas horas, con calma y tiempo suficiente para poder vaciar bien el vientre y sentirse ligero y limpio por dentro. te aconsejo beber 2 litros de líquidos al día, ingerir por lo menos 400 g de verdura variada cada día, legumbres (2-3 veces por semana,  consumir tres tomas de fruta al día, frutos secos variados.
Se crean estos hábitos a traves de un reflejo condicionado, que requiere de disposición y trabajo , pero el resultado es altamente satisfactorio.